Poesía, poetas y poéticas

Porque la poesía, como la Diosa, desde el misterio adviene y al misterio va...








viernes, 27 de julio de 2012

Escena 14 Montaje multidisciplinario de Liber Scivias



Christine de Tolosa colocando la Rosa Mística en el cáliz, después de que le fuera otorgada y consagrada por la Sibil.la; al fondo, el coro de Los Espíritus Antiguos.



La Sibil.la  ofrenda la rosa, finalmente, a Christine y se incorpora al atril. Christine toma la rosa y la consagra al viento. La deposita en el cáliz al centro del escenario.


Termina el obstinatio de tambor y la repetición de frase en murmullo de Los Espíritus Antiguos.

La Sibil.la y el Coro de Los Espíritus Antiguos se van respondiendo. Lo acotado en negritas es dicho por el Coro. Conforme se mencionen las direcciones, los Espíritus antiguos señalarán dichas orientaciones con su cabeza:

 Sibil.la:


Consagrar la gema a la rosa de los vientos:

al Austro,

hacia la Puerta de las Palabras;

al ocaso,

hacia la Fortaleza que se abriera a este caminar;

al norte,

hacia el Pórtico del Perdón y las Cadenas;

al Oriente,

hacia el Pórtico de las Revelaciones.

Comienza la siguiente pieza.


Pieza: Stella Splendens ………………….… Llibre Vermell de Monserrat, anónimo, S. XIV.

Christine:


Recibes en tu árula mi sangre templada en el cáliz;

Nos otorgas la plegaria…


La Sibil.la responde:


Sibil.la:


Aquesta santa orazon vos liuram, que la recepiatz de Deu et de nos e de la gleisa…


Christine responde:


Christine:


y la potestad de su alabanza


La Sibil.la responde:


Sibil.la:


…e que aiatz pozestat de dire ela tots les temps de la vostra vida, de dias e de nuit, sols e ab companha…



Continua la pieza. Al terminar, comienzan los tambores que va in crescendo en un ritmo
acelerado, conforme el verso avanza. El coro de Los Espíritus Antiguos dice lo que está
en negritas:


Christine:


Recordar la advocación: la rosa ardiendo en el Cáliz; las oraciones extraviadas en los días, en el sueño, el espejo —imago mundi—; evocar la talla a fuego: la historia en los vitrales del santuario y el verbo en la cúpula-corona —la ruta hacia el origen—; el ser translúcido, cuando todo era un respirar de luz, no la índole de herida, cuando todo era un esplendor, el silencio-el respirar       la luz-el resplandor, las visiones a mitad del respirar y el resplandor: la mandorla delineando la montaña oscurecida por el sol cayendo a sus espaldas;                     la montaña de mármol irisado con el Phosphorus naciente por laureola,

la saeta que surca el infinito en busca de su blanco más amado/ la sagita conmoviéndose ante mi corazón,


La Sibil.la continúa. Sigue el ritmo del tambor, que va ascendiendo hasta llegar a su culmen.

El coro de Los Espíritus Antiguos dice lo que está en negritas:


Sibil.la: 


la sageta concediendo su pneuma  iridiscente;

la mórula intocada por el tiempo invadida por la hez                                   la sombra deshaciéndose,

abandonando por las eras de la eras la hylé invadida por el numen…              Caen los restos de materia triste, los recuerdos de los nombres, sus cadenas. Quemarlo todo en la llama del altar, quemar el nombre, sus memorias, desertar de sus combates y del gesto de la sombra: mirarme en el rostro de la sombra, abandonar su nervadura y habitar lo atemperado.


Christine, bajando la intensidad del tono, junto con los tambores, que de nuevo entran en obstinatio, dice:


Christine:


Nos dictas tu ordenanza, Monsalvat,


Simultáneamente a la última palabra de la Sibil.la, el Coro de los Espíritus Antiguos dice, al ritmo del tambor:


Coro de los Espíritus Antiguos:


Montsalvat…
Continúa la Sibil. la:


Sibil.la:


e jamais no mangetz ni beuvatz que aquesta orazon no digatz primeirament…


Christine y Coro de Los Espíritus Antiguos (lo marcado en negritas) dicen:


Recibo, recibimos, tu oblación:


Sibil.la:

                                     …Eu la recebi de Deu e de vos, e de la gleisa,


Christine:


y acatamos la Endura del mundo y la materia.


Continua el obstinatio de tambores.


La Sibil.la continúa:


Sibil.la:


Nosotros y contigo, Montsalvat,


Simultáneamente a la última palabra de la Sibil.la, el Coro de Los Espíritus Antiguos dice, al ritmo del tambor:


Coro de Los Espíritus Antiguos:

                                                                                                                     
Montsalvat…
Continúa la Sibil. la:


llegaremos al  Padre y Madre verdaderos,

a su Castillo Inmortal-Inmaterial

ascenderemos por la Scala Infinita

siendo sólo una conciencia,


Coro de los Espíritus Antiguos:


                                               una conciencia de los astros…


Entra la siguiente pieza. Continúa el obstinatio de tambor.


Pieza: Imperayritz de la Ciutat Joyosa, del Llibre Vermell de Monserrat, anónimo, S. XIV, con un texto de La Vespra, de C. Monteverdi, que alude a la Jerusalem Celeste.


Sibil.la:

 Un ave blanca asciende hacia la Música del Oro.

Asciende hacia ti,

Montsalvat,

Piedra de Oro Amurallada,

hacia ti, Imperayritz de la Ciutat Joyosa,

hacia ti, Monstalvat Celeste,


Esperar a que el obstinatio de tambor termine.


Coro de Los Espíritus Antiguos


Montsalvat


La Sibil.la responde:


Sibil.la:

Montsalvat.




FIN.

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