Su misterioso designio fue tomado como oráculo para el taller.
Al final de curso, durante la última sesión, se volvió a acudir a La Maquina..., para que diese su veredicto, y diese cuenta o no, de la anagnórisis poética de los participanttes en el taller.
Lea este poema, y compárelo con el escrito en la sesión final, y observe el camino andado. Usted juzgue si descendimos y ascendimos de nuestras aguas profundas....
Seguir soñando y a cada paso
la espada instantánea de luz
extraviada.
Estamos atascados de caos
nos aguarda,
nos contempla y nos toma.
Nada de lo imposible cruje dentro de mi ruido permito llanto,
agua de sol me brota de las venas,
intento predecir el sonido que viene y se dobla.
Busco sin encontrar y lo siento
y los sentidos me atan a la tierra,
no existe luz ni sombra sólo yo.
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