En el alma tengo un cántico
En el alma tengo un cántico sonoro
que compuse en los albores de mi infancia
a este cántico inocente yo lo adoro
pues fue creado bajo indicios de elegancia
cuyo ritmo son alegres pajarillos
susurrando en la enramada de los pinos
como yo que de estos tenues estribillos
los transformo en madrigales paulatinos
en el alma tengo un cántico risueño
que convoco en mis arranques de tristeza
es un cántico que yo desde pequeño
me inculqué para agrandar de mi entereza
este cántico es rugido estrepitoso
no es armónico carece de excelencia
es deforme y además es contencioso
e imposible por faltarle trascendencia.
Tiempo
El tiempo pasa pronto y occiso
disperso en falsas predilecciones,
anecdotario de un indeciso
gemido frágil de mis reacciones,
el tiempo corre sin detenerse
como agua rauda veloz que brota
rumor intenso que va a perderse
en un caudal o de gota en gota
el tiempo nunca será mi amigo
pues hoy es verde, mañana seco
frondoso fue como un grueso vigo
o estéril tronco de un árbol hueco
el tiempo quiere acabar conmigo
él va arrugando mi piel morena
sentirlo y serio es mi peor castigo
y padecerlo grotesco suena
el tiempo siempre va haciendo historia
desde los siglos hasta el milenio
a veces tiene cabal memoria
a veces pacta su cruel convenio
el tiempo ¿acaso las manecillas?
girando en torno al compás del mundo
reloj sin rumbo que maravillas
al pensamiento sin ser rotundo.
martes, 17 de marzo de 2009
Josué Azpeitia
Josué Azpeitia es un conocedor natural del endecasílabo y de sus múltiples posibilidades. Su poesía es ritmo, métrica, rima, ordenada de acuerdo con la canción interior del poeta, más allá de toda formalidad. Así, en sus textos, lo mismo podemos ver la combinación de endecasílabos que después de estudiarlos, el poeta, y todos los que participamos en el curso, sabría que son llamados heroicos, melódicos, sáficos, con heptasílabos, octosílabos y hasta alejandrinos. Si bien no había practicado en forma el soneto, Azpeitia juega libremente con esta forma y ordena en tercetos o cuartetos su poemas, además de que acude a oportunos encabalgamientos. El ritmo es propio de su escritura, y lo que fue pertinente, entonces, fue observar la contención y equilibrio de su discurso a partir de escribir un soneto. Poeta de vasta escritura, sus temas son diversos y su tono es de cierta melancolía. Celebrar la vida, las estrellas, la infancia, los recuerdos, el amor, el coraje y la voluntad de ser (que por cierto podría ser un eje muy importante n su poesía), pero también se preocupa por el tiempo.
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Es una sorpresa este blog.
ResponderEliminarEspero que muy pronto suban el trabajo de los integrantes del taller.
Un saludo.